El TDAH, es un trastorno del neurodesarrollo, que puede tener
múltiples causas: alteraciones genéticas, problemas relacionados con el
embarazo y el parto y problemas médicos en los primeros años de vida.
Los factores psicosociales como por ej. el ambiente familiar/social donde
se desarrolla la vida del niño, pueden influir en el curso del trastorno,
agudizarlo, o bien atenuarlo.
A estos niños/as les cuesta prestar atención y pueden ser impulsivos y/o
hiperactivos; es decir, puede aparecer TDA con o sin hiperactividad y la
manifestación de los síntomas puede variar con la edad.
Los niños con TDAH tienen dificultades para planificar adecuadamente
las acciones necesarias para llevar a cabo una tarea. Esto explica muchos
de los malos entendidos que se producen con estos niños. Aunque su
capacidad cognitiva no difiere de la de la población general, suelen actuar
de manera precipitada, lo cual repercute negativamente en todos los
contextos en los que el niño o adolescente se desenvuelve.
De igual manera, puede estar alterada su memoria de trabajo, es decir, la capacidad para mantener activa la información
que necesitan para realizar una actividad.
Por otra parte, pueden tener en ciertos casos dificultad para inhibir determinados impulsos. También les resulta difícil
regular sus emociones. Su falta de control les puede llevar a tener problemas para integrarse en su grupo de edad, lo
que a su vez les provoca ansiedad y baja autoestima.
Los niños/as mayores son conscientes de sus dificultades, lo que les puede provocar inseguridad y tristeza que se
manifiestan con alteraciones de conducta y mal humor. Puede disminuir su motivación para estudiar y aprender. Les suele
costar aceptar normas familiares.
En cada una de nuestras aulas encontramos uno o dos alumnos que sufren este trastorno, para trabajar con ellos en el aula os dejamos este diptico con unas orientaciones muy sencillas, esperamos que os sean de utilidad.
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